antes de dormir,
cuentas las bendiciones de Dios
de ese día y luego descansa.
Mira cómo te ama y te cuida.
Cuando llega la noche no olvides
hablar con el que siempre estuvo contigo, Dios,
dale las gracias por haber estado allí
y por la noche de descanso que tendrás.
Que tengas una bonita noche,
que tu tiempo de descanso sea protegido,
bendecido y de un sueño profundo,
sabes que Dios te cuida.