Sabes que te quiero con todo mi corazón,
en numerosas ocasiones te lo he demostrado,
no solo con palabras sino con gestos.
Lo publicaría en el cielo si tuviera la
ocasión de hacerlo y si supiera que
no eres del tipo de persona que le
gustan esas cosas tan grandes, ya
que siempre me has dicho que el
amor se prueba con pequeños gestos:
una mirada, tomarse de la mano al
andar, darse un beso cuando más
se necesita o cualquier cosa que
nos haga vibrar y que las mariposas
del estómago se revolucionen.
Y no puedo estar más conforme.
Yo te quiero y tu lo sabes, nadie
más tiene que saberlo. Aunque
sea algo tan evidente que salta a la vista.
Pero hoy quiero saltarme esa
norma que nos hemos impuesto
y necesito gritarle al mundo
que eres la mejor persona que
he conocido y que conoceré jamás.
Y, aunque mis sentimientos son esos,
no lo voy a hacer del todo,
solo a través de esta carta
que surge mi corazón y quiere
llegar al tuyo. Con ella te quiero
demostrar que, si alguna vez te fallo,
solo tienes que llegar a mí con
ella y recordarme la firme promesa
que te hago de todo corazón:
siempre te querré, siempre
estaré a tu lado y nunca fallaré a
las pequeñas cosas que nos hacen
únicos como pareja y como todo.
Es maravilloso poder estar juntos,
pero a veces la vida nos hace olvidar
lo fantástico que es amar y ser amado.
Nos acostumbramos a todo lo que no
es bueno y renunciamos. Y esta carta
es solo para recordarte todo lo que te
quiero. Es mi promesa de amor verdadero.
Así que no la pierdas,
pues en ella va todo lo que siento yo por ti.