que tus ojos son como las estrellas,
como una sinfonía dulce,
que acarician como una brisa suave.
En tus ojos mis versos se hacen infinitos.
Tus miradas ruedan en mi alma
como el rocío en las flores de la noche,
o son como luz
que alumbra la poesía de mi espíritu.
Musa, me miras,
no logro concebir palabra alguna,
deja que te hable otra vez con mi silencio,
decirte, quizá algún día, con un beso,
como tus ojos son tan bellos
como el mar en el que duerme la luna…